Todo empezó aquel fatídico día en que un niñato escuálido y tembloroso se atrevió a invocarme a mí, ¡yo, el mismísimo Bartimeo, espíritu privilegiado donde los haya, genio para muchos, diablo para unos pocos! A pesar del tartamudeo de su voz y del sudor que le empapaba, su orden no pudo ser más clara: tenía que robar …
En cuanto vi que Nathaniel volvía a invocarme, supe que algo no iba bien. La primera vez que osó molestarme tuve que ayudarle a robar el amuleto de Samarkanda. ¿Qué querrá esta vez? Parece ser que el niño tiene algún que otro problema: en Londres medio barrio de Picadilly ha sido destruido y le han dado seis semanas …
¡Pobres magos! ¡Qué penita dan! Ya nadie los respeta ni cree en ellos. Pero se lo tienen bien merecido. Siempre tan creídos, siempre tan arrogantes, siempre pidiendo más y más...Mirad si no lo que han hecho conmigo: hace doscientos años era un demonio todopoderoso; pero desde que conocí a Nathaniel todo me ha ido de …